Con el cambio de estación el coche sufre muchos cambios que con precaución y mantenimiento se puede resolver fácilmente.
Con la llegada del otoño, un ambiente más fresco y lluvias más frecuentes en casi toda la peninsula, algunas partes de nuestro coche pueden sufrir más desgaste y conviene realizar una revisión cautelar para que no haya imprevistos.
1) Niveles de aceite
Controlar el nivel de aceite nos quita solo 5 minutos de nuestro tiempo y es algo tan fácil que podemos hacer nosotros mismos. Hay que tener en cuenta que si se circula con un nivel mínimo de aceite podemos dañar el motor de nuestro vehículo y causar daños mayores.
2) Escobillas
Con la llegada de las lluvias las escobillas de los limpiaparabrisas delanteros y traseros se deterioran con más frecuencia que durante los meses más cálidos. Conviene controlar que las gomas no estén gastadas, ya que a parte de conducir con un ruido molesto se puede dañar la luna del coche.
También es recomendable asegurarse de que tanto para el líquido refrigerante del motor como el líquido de lavado de faros y parabrisas el punto de congelación sea adecuado a las temperaturas frías.
3) Radiadores
Para evitar que se rompan los radiadores es recomendable usar anticongelantes que no sean agresivos y que no lleven aditivos que dañen al metal ni a la goma.
4) Neumáticos
Examina los neumáticos. La profundidad de su dibujo no debe ser inferior a 1,6 mm. La presión será la recomendada por el fabricante para cada carga del coche. Si se va a viajar por zonas de nieve, no hay que olvidar llevar un juego de cadenas adecuadas para el neumático de tracción.